30 de septiembre de 2012

Madrid y tú


Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
Dámaso Alonso.


...y sin embargo, se mueven. 
Deambulan miles de caras nítidas como cristal. Operadas, algunas, jóvenes, de fuera, serias las que más. Se desplazan en metro, se desconectan del mundo, cabazas bajas, mirada perdida en nada importante, matando el tiempo, muriendo en él. ¿Quién te despierta, mujer, de tu siesta de cinco paradas? Ahí cae, dormida, ajena, estática... y sin embargo, se mueve.

Ciudad de gente rodeada de soledades. Las caras no reflejan cada historia oculta, el Sol es más seco, en el Sur empapa y acoge sobre Córdoba o Granada. Madrid tiene un cielo ausente, un cielo que se acaba, agotado de remordimientos, unos remordimientos que no expresan las caras de esta gente extraña, estas mujeres confusas y estos hombres hastiados en una vigilia mortecina. Quién se atreverá a detenerse en tal enjambre y silenciar tanto murmullo... Se cruzan conmigo miles de caras... y no recuerdo ninguna. 

Y sin embargo tú, aunque no estás aquí, sigues estando, y acudes como un perfume, como una ausencia, como una ilusión: Como un recuerdo, ocurres. Y la tuya es la única cara que recuerdo de todo Madrid. Y ni siquiera estás aquí.


Kaizen'12.