6 de agosto de 2017

Oscuridad y silencio


El ruido del exterior no nos permite escuchar el silencio del interior.
Somos casi oscuridad y silencio, aunque en realidad también hay mucho ruido aquí dentro. 
Necesitamos más silencio, evitar tanto estímulo externo, tanto bombardeo mediático.

Somos casi oscuridad y silencio, pero no nos damos cuenta.
La oscuridad es necesaria para el descanso. El silencio es necesario para el sosiego.

Aquí en Ítaca, se me inyectan continuamente energías devastadoras:
Pensamientos, quejumbres y miserias de personas anónimas que sólo buscan consuelo.
Es necesario el sosiego para contrarrestar estas energías.
La desgracia no avisa.
Afortunadamente, esto es Ítaca.


Aquí en Ítaca, sobre un mar de nubes.